No vemos más allá de nuestras narices
Una breve historia: Un hombre, perseguido por un tigre hambriento, se dio la vuelta para enfrentarse a él y le gritó: ¿Por qué no me dejas en paz? El tigre le replicó: ¿Por qué no dejas tú de parecerme tan apetitoso? Cuando dos personas se comunican (o en este caso un hombre y un animal) siembre hay más de una única perspectiva. Sin embargo, a veces no nos percatamos de este hecho porque no vemos más allá de nuestras narices.