La globalización influye en todos los ámbitos, afectando a dimensiones culturales, sociales y económicas. El intercambio cultural es enriquecedor, se construyen equipos más diversos, las ideas se propagan y se puede llegar a desarrollar proyectos mucho más interesantes. La complejidad, los matices nuevos que se adquieren, va volviendo más imprevisible el futuro. Todo está en constante evolución, una evolución que nos demandará habilidades personales o softskills.
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Entornos VICA
No hace tanto, se entraba a las empresas con el pensamiento de permanecer en ellas toda la vida. De esta forma, se consolidaban unas relaciones de interdependencia y se crecía dentro de la empresa en cuestión. Se buscaban profesionales para que trabajasen de forma indefinida. Incluso, a nivel personal, el camino parecía seguir una única dirección. No es que hubiese menos problemas, eran distintos. Eso sí, quizá era más fácil advertir dónde se iban a encontrar los futuros, o el camino por el que se iba a optar.
¿Ahora? Las posibilidades son infinitas. Observamos cómo hay ciertas tendencias claras, como pueden ser la búsqueda de la sostenibilidad y de la igualdad. En otros aspectos, no hay nada claro. Los sectores evolucionan, y lo hacen de forma vertiginosa. Hay mucha mayor competencia y es algo que viven tanto las empresas como las personas que las componen. Tener ciertas habilidades personales o softskills para gestionar todo ese vértigo se hace imprescindible. La incertidumbre puede hacer que nazca en nosotros/as el temor, y es importante que sepamos sacar de él la parte positiva. Prestar atención, saber advertir oportunidades y actuar rápidamente ante una dificultad. Cada emoción tiene una utilidad, y la del miedo es esa.
Crecimiento personal
Las habilidades duras son las relativas a los requisitos técnicos de un trabajo en concreto. Por su parte, las habilidades personales o softskills son muy importantes para el desarrollo personal. La personalidad no es algo inmutable, no es X o Y. Si recuerdas cómo eras hace 10 años seguro que te sorprendes… ¿Por qué no fomentar cambios de forma activa? Incidiendo en nuestra capacidad creativa, nuestras habilidades de comunicación y nuestras habilidades analíticas, que son algunas de las principales softskills, estaremos acelerando los cambios. Además, estaremos inclinando la balanza a nuestro favor, puesto que haremos que sean más proclives experiencias que nos ayuden a elevar nuestro autoconcepto y nuestra autoestima.
Cultura de la empresa
A la hora de intervenir en la cultura de la empresa, y actualizarla, lo más relevante son las softskills. Su desarrollo permite alcanzar programas de cambio más completos, e implementar nuevos proyectos.
Relación con clientes
Comunicar una demora en el envío de un material por parte de los proveedores, sugerir mejores modos de llevar a cabo un proyecto, encontrar clientes nuevos, tratar con clientes que tienen un carácter «difícil»… Todo ello exige tener un cierto desarrollo de nuestras softskills. Puedes ser una persona muy inteligente, pero si no cuentas con unas softskills, no podrás mejorar en el trabajo. Es como un ordenador, puede tener un hardware bestial, con una potente CPU y una gran memoria RAM. Si no tiene un sotfware definido, una secuencia de instrucciones que haga útil ese potencial, se quedará en lo que pudo-ser-y-no-fue.
¿Quieres mejorar las softskills de tu equipo? Puedes hacerlo a través de talleres presenciales como el de la foto que acompaña este artículo, o hacerlo mediante nuestros cursos online de competencias y habilidades sociales. Estos cursos, avalados por el Departamento de Psicología del centro universitario Cardenal Cisneros, te ayudarán a poner tus softskills a punto 😉 Prueba en: cursos.resulta-2.com