Las presentaciones orales suelen ser un gran reto para muchas personas, y los directivos y directivas se tienen que enfrentar a ello muy a menudo- a veces más de los que a muchos les gustaría- . Cuando llega el momento de hablar en público aparecen los nervios, los titubeos, o incluso hay quien sufre de «pánico escénico».
El éxito de una presentación oral depende de mucho factores. El tema a exponer, la actitud del público, las características del espacio….pero hay uno en el que podemos controlar con relativa facilidad: la preparación del ponente.
Así que allá vamos con algunos consejos que te pueden ser muy útiles para que tu presentación salga según lo previsto frente a tu equipo y compañeros/as.
Consejos para una presentación oral efectiva
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1. Investígalo todo antes de empezar
Y con investigar no nos referimos solo a la temática que vas a tratar en tu exposición, eso lo damos por hecho. Sino a que investigues a tu público y el lugar donde vas a realizar la ponencia.
Cuanta más información tengas sobre el público, mas posibilidades de éxito tendrás. Antes de ponerte a escribir y ensayar, ten claro quién te estará escuchando. ¿Cuánta gente aproximadamente vendrá? ¿Qué nivel formativo y profesional tienen? ¿Hablas a tus empleados/as o al CEO de la empresa? ¿Cuál es la media de edad? ¿Son conservadores o liberales?
Cuanto más homogéneas sean las respuestas obtenidas, más sencillo será adaptar el discurso que vamos a hacer a nuestra audiencia.
Conocer el espacio también te ayudará a sentirte más seguro y a utilizarlo en a tu favor. ¿Hay una larga mesa de reuniones?¿un atril? ¿podemos apoyarnos en una presentación tipo powerpoint?¿cómo de grande es el escenario?
2. Ten claro cual es tu objetivo
Es importante que para que tu presentación sea eficaz, tengas muy claro a qué vas. Los objetivos suelen ser 3 – a grandes rasgos-, aunque con frecuencia se pueden combinar. Y como directivos/as normalmente se tratará de los dos primeros puntos:
- Informar
- Convencer / Persuadir / Llamada a la acción
- Entretener
¿Cuál de estos 3 es tu objetivo principal? Una vez lo tengas claro, podrás centrarte en objetivos más específicos y concretos, y elegir cómo enfocar la presentación.
3. Regla 10/20/30
Esta es una de las técnicas más conocidas en cuanto a presentaciones. Fue creada por Guy Kawasaki, escritor y especialista en nuevas tecnologías y marketing.
La regla plantea que para que una presentación sea dinámica debe cumplir:
- 10 diapositivas como máximo.
- 20 minutos de duración.
- 30 es el tamaño mínimo de la fuente empleada.
4. Repite tu idea principal
Es especialmente indicado en los discursos persuasivos. Deja clara tu idea principal – breve y concisa– en la introducción de tu discurso, aquella que queremos que se quede en la memoria de los presentes.
A medidas que vayas avanzando en tu presentación y expongas razonamientos y argumentos de apoyo, vuelve a repetirla varias veces. Recuerda, queremos que los oyentes se vayan, al menos, con esa idea clara en su memoria.
5. Ensaya al menos 10 veces
Aunque te lo sepas todo de memoria, ensayar varias veces tu presentación puede marcar la diferencia. Y si además te grabas y le pides su opinión a un colega de confianza, mucho mejor. Así podrás ver tus coletillas, lenguaje gestual, tono… y tener más claro qué puedes mejorar.
6. Vigila tu lenguaje corporal
Al hilo de lo que te comentábamos en el punto anterior, tu lenguaje corporal es muy importante. Si estás nervioso/a o inseguro/a, deberás ensayar más y aprender a controlar tus gestos para que esos nervios pasen desapercibidos. Además, ¡Cuánto más ensayes más seguro te sentirás!
Intenta no tambalearte, cruzar tus dedos o jugar con tu ropa, son signos claro de que estás pasando por una situación estresante. ¡Pero tampoco te conviertas en una estatua de hielo! Intenta que tus gestos y expresiones vayan en consonancia con tus palabras dando énfasis- también gestualmente- a los puntos del discurso que lo requiera.
Un truco: ten un bolígrafo en la mano, no para jugar con él, pero si para agarrarlo y evitar que tus manos se mueva demás.
7. Interactúa con el público
Esta es una de las mejores estrategias tanto para comprobar la eficacia de tu discurso (si ha calado en el público), para no perder su atención, y para resolver dudas que se hayan podido surgir lo largo de tu presentación.
Puedes hacer preguntas y buscar la manera de hacerles participar sin interrumpir el ritmo de tu narración. Además, según la pregunta que hagas puedes conocer más a tu público, o que sea el pie para introducir el tema del que deseas hablar. (P.e: que levante la mano quien…) .
Cuando sean los oyente quiénes tomen la palabra puedes emplear frases como » buena pregunta» o «excelente aporte» para enfatizar en la relación ponente-oyente, – especialmente, si se trata de uno de tus empleados/as ya que lo percibirán como una valoración positiva de su aportación -, y también para tener unos segundos de margen antes de responder.
8. Presta atención al cierre
Se trata de que tus oyentes se vayan con un buen recuerdo de ella, que sientan que tu discurso les ha aportado algo nuevo y sobre todo que recuerden aquello que tú has preparado.
Cierra repitiendo tu idea final clara y concisa. Y puedes añadir algún elemento sorpresa, como tarjetas con las ideas clave o algún objeto que ayude a los asistentes a recordarte – y recordar lo que les contaste-. Estos detalles reflejan la preparación y dedicación que has puesto, y suelen ser muy útiles en las intervenciones ante un gran público.
Estamos seguros que con estos tips podrás enfrentarte con más seguridad y confianza a tus próximas presentaciones orales y alcanzar tus objetivos. Por suerte, las habilidades comunicativas, al igual que otras softskills, se trabajan y mejoran. No nacemos siendo grandes oradores, pero podemos convertirnos en uno. En Resulta-2 nos gustaría acompañarte a ti y a tu equipo en la mejora de habilidades y competencias. ¿Hablamos?