¿Qué es tener actitud emprendedora? ¿Qué es tener motivación? ¿Cuál nos interesa más? ¿Qué queremos que tenga nuestro equipo?
Una actitud se distingue por tener tres componentes: el cognitivo, el emocional y la conducta, siendo esto último lo único observable. Podemos ver a una persona que tiene interés por conocer nuevos métodos e investiga, que pregunta, que es curiosa y que se atreve a romper con los moldes. Es una persona que no tiene solamente motivación, sino que cuenta con ciertas habilidades sociales, necesidad de aprender, optimismo, deseo de asumir riesgos y de colaborar con otras personas y, algo no menos importante: tolerancia al fracaso.
Innovación y transformación son palabras afines al emprendimiento, ya que en él se busca la forma de progresar. En cambio, una persona puede estar muy motivada en su trabajo sin plantearse retos. Y ahora, no es –sólo- cuestión de productividad, sino de ideas rompedoras, de explorar nuevas vías, nuevas formas de hacer. Y en eso, pueden fallar. Si algo va bien, ¿por qué cambiar?
Cambiar el paradigma
¿Por qué no hacer que vaya mejor? Esto parte de cada persona que conforma la empresa, ya que la relación que se establece entre los integrantes de la empresa se traduce en todo un delicado engranaje. El mundo empresarial cambia demasiado rápido como para que la empresa decida iniciar los cambios cuando ya estén en el resto de las empresas. No hay que perder tiempo y esperar a que sea inevitable introducir la innovación y sea la corriente la que indique el camino. ¡Otras empresas pueden haber ocupado tu lugar para entonces!
No se trata de contratar a personas con un determinado curriculum y que hayan hecho explícito en la entrevista su deseo de cambios. Aparte, no siempre la solución está fuera, sino que entre nuestra actual plantilla podemos tener grandes ideas que no han salido a la luz, ya que no nos hemos puesto a escucharlas o no les hemos dado lugar para que sean expuestas.
Porque, como todo, no es tan sencillo (ni tan complejo). La empresa que opte por la transformación tiene que hacer un análisis interno. ¿Cómo somos? ¿Cómo actuamos ante nuevas ideas? ¿Hay actitud emprendedora en la organización? ¿Nos asusta asumir riesgos o vemos que el mayor riesgo es permanecer estáticos en un mundo en constante cambio? ¿Ante un error asumiremos que la responsabilidad es compartida?
Toca ir a la base, a la cultura organizacional.
¿Por dónde empezar?
En Resulta2, llevamos desde 2007 acompañando a empresas hacia la innovación. ¿Hablamos?