Fue en el último post (pincha aquí para leerlo) donde Antonio Robles nos hablaba de cómo aprender de otros en innovación, donde cerraba el bloque de “a la hora de innovar ¿por dónde empezar?” (pincha aquí para ver el primer artículo del bloque). Es mi turno ahora de abrir un nuevo bloque, el que habla de la selección de las herramientas, métodos y conceptos más adecuados a la hora de innovar. Vamos allá.
Toda disciplina o actividad tiene estas tres cosas, estos tres sustantivos:
CONCEPTOS
(Los conceptos son el qué y el para qué.
Los conceptos nos ayudan a definir el juego, a que todos juguemos a lo mismo y sepamos los principios fundamentales.
MÉTODOS
Las reglas de juego.
Estos métodos o reglas nos ayudan (a poder jugar) en el desarrollo del juego. Si jugáramos a algo tú y yo en estos momentos, sin métodos, tú jugarías conmigo aplicando las reglas del, por ejemplo Monopoly, y yo del Parchís. Con lo cual está claro cómo acabará esta partida.
HERRAMIENTAS
Los útiles Imprescindibles para poder jugar la partida.
Las herramientas, son los dados, el tablero, las fichas, etc.
Hemos puesto un símil de juego, pero en el bricolaje es idéntico. Por ejemplo si queremos hacer o reparar muebles de madera, deberemos conocer las conceptos fundamentales de la madera, aprender métodos de cómo trabajarla y aprender y practicar en el uso de las herramientas necesarias para el fin que nos hayamos marcado.
Esto que parece tan obvio, resulta que cuando miramos a nuestro alrededor en el ámbito de la innovación, no lo es tanto. No siempre se concretan los conceptos, los métodos y las herramientas.
La verdad es que la respuesta a la pregunta del título no es fácil, dependerá muchísimo del punto de partida de la organización, conocer sus fortalezas y sus debilidades, es decir, tener un diagnóstico completo (ver nuestro Assessment Cultura de la Innovación) facilitan muchísimo la toma de decisión. Pero también nos hace falta otro factor, ¡sus intereses! Debemos conocer hacia donde desea caminar la organización.
En cualquier caso podemos afirmar, que los conceptos, los métodos y las herramientas necesarios para innovar deben ser lo más simples posibles.
Los seres humanos tenemos la rara habilidad de tender a hacer complejo y además complicado lo que no debiera serlo.
Como dice un amigo mío, “… en esta empresa somos especialistas en hacer difícil lo fácil … y lo difícil lo conseguimos convertir en imposible …”
En el próximo post daremos respuesta al famoso dilema del cable verde, cable rojo, de la incertidumbre y la ambigüedad.
Feliz reflexión.
Fran Chuán
Experto en Cultura de Innovación, fundador de Dícere Global.