Como decía Steve Jobs «Es absurdo contratar a personas por su inteligencia y habilidades para, seguidamente, obligarlos a seguir reglas estúpidas.»
El micromanagement es un concepto que leímos en el libro de Francisco Rábano sobre liderazgo de equipos y teletrabajo, en el que lo definía como esa forma de ser de muchos jefes y jefas que quieren controlarlo todo en un proyecto, recordando constantemente a su equipo al mando lo que tienen que hacer, cómo y cuando. Incluyendo, en su versión más fuerte, controlar todas las parte de ese proyecto, hasta los detalles más mínimos, evitando que cualquier decisión que se tome no pase antes por el jefe/a para dar el visto bueno.
Esta forma de hacer y de ser como jefes/as no es algo novedoso, en realidad es cómo se ha planteado muchas veces la jerarquía y el poder de un alto mando respecto de sus equipos y trabajadores, ya fuese un directivo/a o un empresario/a.
Hay varios problemas que se plantean cuando tratamos así a las personas que trabajan con nosotros, a nuestros equipos. Es posible, que leyendo estos puntos te sientas a veces un poco identificado con esa forma de ser y hacer, pero tranquilo/a, hay solución.
- Te focalizas menos en los objetivos de la empresa y más en formalidades con los empleados/as, como por ejemplo, con la forma correcta de presentar informes de cuentas mensuales.
- Frente a la autonomía personal que proporciona ser parte de un equipo contruido sobre la base de la responsabilidad individual, el micromangement es un tipo de actitud que descuida aspectos de la gestión realmente significativos para fijarse en minucias. Esto llevado al extremo puede terminar siendo un problema de acoso laboral, como nos recuerda Francisco en su libro.
- Crees que como eres «el jefe/a» se tienen que hacer las cosas como tu digas, pensando en la mayoría de los casos que si tú las hicieras lo harías seguramente mejor. Esto proyectado en tu equipo de forma constante y como cultura, hace que se desarrolle en las personas que lo integran las habilidades contrarias que se querrían para lograr mejor productividad y positividad, hablamos de desconfianza en uno mismo y decrecimiento personal y profesional, lo que lleva en la mayoría de los casos a perder el compromiso y el sentimiento de pertenencia con el equipo y la empresa.
El micromanagement es lo contrario al liderazgo transformador, al que sabe del potencial de su equipo y lo dirige sin ahogar, lo acompaña en la consecución de resultados sin imposiciones, con sugerencias, generando un clima (una cultura) de aprendizaje, de respeto, de autoconfianza y crecimiento. Rábano comenta en su libro que el colaborador/empleado que queremos tener a nuestro lado será el que nos diga: «Dime qué tengo que conseguir, de qué recursos dispongo, para cuándo lo quieres y ya buscaré yo el modo de alzanzar eso que me has encargado«, a lo que añadimos nosotros, «confiando en mi, que sabes de mis conocimientos, experiencia, habilidades…y por eso me contrataste y estoy en tu equipo«.
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