El 2021 nos ha dejado un año cargado de retos y transformación en nuestras organizaciones. La pandemia sigue generando trastornos a todos los niveles, los equipos han pasado del teletrabajo al empleo híbrido o al regreso a la oficina, en un contexto de incertidumbre que nos ha afectado, de una forma u otra, anímicamente y productivamente a todos.
Por eso, cada vez es más vital la figura de un líder que sea capaz de adaptarse a estas nuevas situaciones y que sea un verdadero faro pero también un compañero para sus trabajadores.
En Resulta2, donde llevamos años impulsando estos procesos transformadores en empresas grandes y pequeñas, hemos desarrollado un sistema de análisis que nos permite ubicar que existen tres dimensiones en los que un líder marca sus habilidades: la dimensión equipo, la dimensión entorno y la dimensión persona.
Sin más preámbulo, estas son las habilidades que un líder transformador debe cuidar e impulsar para 2022:
1. Liderar sin autoridad jerárquica (Dimensión Persona)
El liderazgo, más que nunca, consiste hoy en crear las condiciones para que el personal pueda prosperar y rendir al máximo. Se trata de capacitar a tu gente, hacer que se sientan valorados, equiparlos con lo que necesitan y apoyar su bienestar.
La mayoría de las personas desean mantener la capacidad de elección, la autonomía y la flexibilidad que les permitió la pandemia. Sin embargo, a medida que las organizaciones anuncian sus políticas de vuelta al trabajo, los empleados se ven despojados de su nueva autonomía y flexibilidad. Esto puede ser un punto de conflicto que debemos manejar.
A medida que nos adentramos en la era del trabajo híbrido, los líderes tendrán que hacer frente al impacto de la tendencia hacia una mayor flexibilidad y el trabajo a distancia, encontrando soluciones para garantizar que los empleados mantengan un sentido de autonomía y elección sobre su trabajo, así como para navegar por la comprensible incertidumbre de la gente al volver a la oficina.
2. Gestión del cambio (Dimensión Equipo)
Ser flexible y adaptable es algo a lo que todos nos hemos tenido que acostumbrar en los últimos meses. Pero también es una habilidad crucial que todos los empleadores van a tener en cuenta.
A medida que las empresas de todo el mundo ven aumentar el número de empleados que pueden trabajar desde casa, es probable que esta nueva forma de trabajar perdure incluso después de que pase la pandemia.
Si bien la flexibilidad en el trabajo se asociaba antes a la movilidad geográfica, ahora se trata de tener una mentalidad abierta, ser capaz de trabajar bien bajo presión, ajustarse a plazos nuevos e inesperados, priorizar las tareas y, en algunos casos, asumir responsabilidades adicionales.
Los líderes también deben ser conscientes de sus propios prejuicios hacia las diferentes formas de trabajo, modelando los comportamientos adecuados para romper la cultura del presentismo, al tiempo que asumen la responsabilidad de reevaluar cómo las políticas y los procesos actuales perjudican a ciertos tipos de trabajadores.
3. Liderazgo integrador (Dimensión Equipo)
Sabemos que los líderes eficaces deben estar en sintonía con las emociones de quienes les rodean, así como con las suyas propias. Por ello, entrenar nuestra inteligencia emocional es ahora una misión crítica. En la pandemia, estas habilidades se pusieron a prueba. Crear un entorno de trabajo compasivo en el que los empleados se sientan valorados como personas y puedan expresar sus opiniones y preocupaciones libremente es esencial en situaciones difíciles, y en todo momento.
Los líderes deben ser transparentes y realistas con sus expectativas, lo que puede ayudar a construir y mantener una cultura de confianza. De hecho, el compromiso de los empleados es mayor cuando el liderazgo se comunica continua y abiertamente con ellos.
4. Liderazgo emocional (Dimensión Persona)
Despertar el entusiasmo por el trabajo diario entre empleados agotados y aislados desde hace tiempo requiere sensibilidad e inteligencia emocional.
Mostrar empatía a los empleados puede ser tan fácil como escuchar con verdadero interés. Hay que tener en cuenta que a todos se nos ha pedido mucho en el último año, no importa el sector o el cargo. Lo más probable es que nos hayamos sentido estresados más de una vez, lo que puede afectar a nuestra salud mental y a nuestro bienestar.
Al igual que los líderes se enfrentan a sus propios obstáculos, también lo hacen sus equipos, y los que ocupan puestos de liderazgo tienen que dar a sus empleados espacio para superar los retos personales. Al fin y al cabo, dejar que el estrés se acumule puede ser perjudicial para la salud mental y, en última instancia, causar absentismo, poca motivación, menor productividad e incluso un aumento de los errores y accidentes. Aunque los líderes deben mostrar fortaleza, también es importante reconocer que cada uno de nosotros es solo un ser humano, y que no estamos protegidos de los factores externos que pueden afectarnos emocionalmente.
5. Orientado a cliente interno-externo (Dimensión Persona)
Para los líderes actuales fomentar comunicaciones coherentes y fiables basadas en hechos será un ingrediente clave para unir a las organizaciones y reducir la ansiedad en el lugar de trabajo de toda la organización.
Se trata de posicionarse en nuestras comunicaciones como un facilitador, no como un censor o un vigilante. Descubrir las necesidades de nuestros empleados será una habilidad que tenemos que fomentar para impulsar ese sentimiento de equipo en mayúsculas.
6. Generador de compromisos (Dimensión Entorno)
Planificar todo también significa estar abierto a todo, y ¿qué mejor manera de conseguirlo que compartiendo ideas? Los líderes no son perfectos; a veces también necesitan orientación. Más que eso, necesitan estar abiertos a aceptar nuevas ideas que puedan beneficiar a toda la empresa, incluso si esas ideas no vinieron directamente de ellos. En el futuro, será aún más importante cultivar líderes que estén abiertos a cualquier sugerencia de cualquier lugar, sin ego ni agenda, y con la salud de la empresa y su gente como su primera prioridad. Eso, nos dará respaldo para ser un generador de compromisos.
Aunque este último año ha tenido muchos desafíos, también ha inspirado nuestro espíritu colectivo y ha puesto de manifiesto nuestro verdadero valor. La pandemia exigió que todas las empresas -y todas las personas- reaccionaran. Con esta experiencia compartida, tenemos una increíble oportunidad de colaboración. Para llevar a las organizaciones al futuro, los próximos líderes tienen que crear un entorno en el que los miembros del equipo se sientan cómodos presentando ideas innovadoras, siendo vulnerables y asumiendo riesgos. Tienen que sentirse seguros para colaborar libremente.
7. Visión Sistémica (Dimensión Entorno)
La crisis del COVID-19 ha creado una nueva realidad que ya se conoce como la de los entornos VUCA, por sus siglas en inglés: En ellos abundan la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad.
En estas circunstancias, la capacidad de reaccionar rápidamente a los cambios, demostrando flexibilidad y agilidad para fusionar las actividades planificadas con otras adaptadas o cambiar totalmente de rumbo es muy apreciada. Se exige una actitud ganadora, resistencia y previsión para hacer frente tanto a lo esperado como a lo inesperado, trabajando a menudo con presupuestos recién recortados. Y todo ello desde una visión de conjunto, sistémica, que nos permita apuntar siempre hacia aquello que empuje los resultados de nuestra organización.
Esperamos que este kit de supervivencia de habilidades post-coronavirus pueda servirte para garantizar el éxito frente a los retos de este año que empieza. Si quieres saber cómo desarrollarlas a fondo o extenderlas a tu organización, en Resulta2 estamos aquí para ayudarte. Ponte en contacto con nosotros para iniciar una transformación cultural y organizativa completa.