Confusión, ese es el nombre que debiera tener eso que muchos llaman innovación.
No, señoras y señores, innovar no es:
- Un tema tecnológico.
- Ni es un tema de determinados territorios geográficos.
- Ni es sinónimo de creatividad (ni viceversa).
- Ni ha de ser original, nuevo, único.
- No, innovación, ni siquiera tiene que ser esto último.
Copiar es legítimo, siempre que se haga de manera legal. Copiar, debe ser en realidad inspirarse en otros para:
- Satisfacer las necesidades existentes de una manera diferente. Como han hecho Uber o Airbnb en sus respectivos enfoques.
- Crear nuevas necesidades. Como ha hecho la tecnología de mil maneras diferentes.
Cualquiera de las dos perspectivas se puede conseguir de muchas, que no corresponde enumerar aquí.
Sin embargo a la palabra copiar se le asigna una connotación negativa, que a nuestro juicio es innecesaria e inmerecida. Y más si pensamos en ejemplos como los siguientes:
El primer ejemplo es que el 97,8% del valor generado por una innovación lo crean “copiones”, en jerga llamados Copycats.
Otro ejemplo sería Picasso (y otros grandes y reconocidos pintores). ¿Diríamos que el éxito de Picasso fue el copiar, o que se le conoce como un plagiador, o que le llevó a la fama copiar a otros autores? Seguramente has respondido que no a cada una de las preguntas, sin embargo es célebre su cuadro “Las Meninas”, sí… de Picasso… que, por supuesto se inspiró en el original de Velázquez, pero lo aplicando un nuevo concepto del momento: el cubismo.
Y uno final. Una canción no deja de ser una creación. En ocasiones puede significar una innovación, sin embargo hay multitud de canciones que se han popularizado por una versión que realizó un artista posterior.Por si no te viene a la cabeza ningún ejemplo … aquí tienes una entrada en Wikipedia enumerando diversos ejemplos … que se llaman técnicamente “cover version”
Fran Chuan
Socio-Director de Dícere Global
