Hemos quedado en una plaza céntrica de Madrid, en un café con cristaleras enormes donde los churros y porras son de primera y los camareros te sirven trajeados como pingüinos. Venimos con la intención de entrevistar a Paco (no nos ha querido dar su nombre real por vergüenza) una de las pocas personas que dice ser feliz en el trabajo. En España el porcentaje de personas contentas es bajísimo, y en Europa aunque mejor en porcentaje, también son pequeños, por lo que nos hemos sentado a tomar algo con él, ardientes de conocer la receta.
Paco, ¿como es posible, que sin ser probador de almohadas, jugador de fútbol o catador de vinos puedas ser feliz en tu empresa?
Soy un profesional del sector alimenticio, en un departamento de calidad en el que ni siquiera soy el responsable y aún así me siento así. No se la «fórmula secreta» de la felicidad en la empresa, creo que es un conjunto de factores…
Factores tipo ¿salario altos, un futbolín en la sala de reuniones o cosas así…tan de moda en Silicon Valley? Cuéntanos
Qué va! Ya quisiera tener un futbolín, me cuesta encontrar un bar que lo tenga, imagina una empresa. Pues creo que esos factores van desde los físico a lo personal, de lo profesional a lo químico. Me explico. Tengo parking en la puerta, lo cual me quita de muchos problemas a la hora de aparcar, esta zona se pone imposible por las mañanas. Me llevo genial con mis compañeros, y en especial con mi jefa, una persona con mucho carácter, de esas que no se cortan a la hora de decirte las cagadas cuando las hay…pero también de premiarte cuando lo haces bien. Otro punto importante es que siempre tengo cosas entre manos, no me aburro y eso me encanta, hago lo que me gusta y disfruto con ello, en un departamento como el mío, cada día hay algún marrón que solucionar, algún nuevo reto, como me gusta llamarlo, que desafiar, y eso pues también puntúa. El horario no está mal, como el de todo el mundo supongo, tengo mi sueldo medio, una cesta de navidad todos los años…aunque he de reconocer que la última no tenía patita de jamón y eso me dolió. (nos comenta entre risas)
A ver Paco, para que podamos entender. ¿La clave al final está en tener un sitio donde dejar el coche, llevarte bien con los compañeros, con la jefa y tener mucho trabajo que hacer? Pareces el prototipo español y no veo que el resto sean felices como tú, al menos eso dicen las encuestas…tiene que haber algo más, incentivos por objetivos, regalos de empresa, o algo así.
No, en serio, no es material al final lo que más me hace feliz de mi trabajo, es importante sentirse a gusto con lo que uno gana, pero una vez superada esa barrera, todo lo demás es más importante, te explico.
Lo del coche aparcado en la puerta es muy importante para mi, porque aunque no debería tener ese sitio, me lo cedió uno de los directivos que al parece vive al lado y puede venir casi andando. A mi me ha solucionado una buena papeleta, ya que ahora puedo llevar a los niños al cole y puedo disfrutar de su compañía en el desayuno. Antes era inviable.
Lo de los compañeros, pues mira, he estado en otras empresas, y el clima laboral es importante. En el nuestro tenemos un ambiente genial, aunque como en todos siempre hay alguna tensión, y más con la final de copa del otro día (sin poder evitar sonreír) pero nos llevamos bien y es un gusto trabajar con gente así. Antes no lo era, el ambiente digo. Pero un día, hicieron movimientos internos de nuestro departamento a otros, vinieron dos personas nuevas, Clara y David, y desde entonces el rollo, profesional y personal, es mucho mejor.
Y con tu jefa, ¿cómo es que te llevas tan bien?
A ver, no pienses que somos súper amigos o algo así, tenemos una relación buena, ella me respeta como profesional y yo a ella, me saca lo mejor de mi y de mis compañeros y eso pues me gusta, ¿no es un delito no?
No para nada Paco, pero no es usual oír estas cosas…
Ya claro, pero he tenido suerte supongo, tengo lo que llaman una jefa con dotes de liderazgo.
Eso es genial. Una cosa que me descoloca es que tener mucho trabajo sea también un factor para que seas feliz.
Pues si, mira, mi primo trabaja en un sitio que lo tienen ahí parado y sin hacer nada, y es ingeniero, y la verdad que para que te tengan desaprovechado pues la verdad es que eso mina la moral y te hace pequeño como persona y como profesional.
Ahí te doy la razón, bueno… y en todo lo que has dicho hasta ahora.
Pero mira, lo importante es que tengo un trabajo que me gusta, estudié, hice mi máster y ahora estoy donde estoy, haciendo un trabajo que por suerte me reta cada día y me hace sentirme que crezco como profesional. No es tener mucho trabajo lo que me hace feliz, es que el trabajo que hago lo realizo con ganas e ilusión.
Bueno, creo que voy entendiendo el concepto, para ser feliz en la empresa: el crecimiento personal y profesional deben ir equilibrados, ¿verdad?
Pues si, no es muy difícil a priori, al final la receta es tener suerte, no todo el mundo tiene trabajo, y menos el que le gusta; saber organizarte para compaginar vida personal y profesional, y tener una organización que confía en ti y en tus habilidades, potenciándolas y haciéndolas crecer.
Ya que hablas de recetas, cuales crees que son esos ingredientes que debe aportar una empresa para generar empleados felices como tú: motivación, accesibilidad…
Es un compendio de muchas pequeñas cosas que hacen que el empleado, tu mayor recursos entre las cuatro paredes de tu empresa, saque lo mejor de si mismo, y por tanto ofrezca la cara más profesional para con el cliente, el proveedor, sus jefes y compañeros, generando un clima laboral que no solo se quede en unas cañas los viernes, sino que además ofrezca resultados a todos los niveles de la empresa. En mi caso ha sido el parking, un buen ambiente y un sueldo digno, y ha sido así porque se me ha escuchado, se han puesto acciones internas y se fomentado un trabajo. No creo que sea difícil, es un poco de escucha activa, ganas y esfuerzo por parte de todos.
Ese discurso es muy bueno, y esperanzador. ¿Ves posible un cambio en el paradigma empresarial para que sea así? ¿Algún atisbo de esperanza?
Espero de verdad que un día, esta entrevista no tenga que se de tapadillo y podamos decir un porcentaje mucho mayor de personas es de «SOY FELIZ EN MI EMPRESA». No podemos vivir toda una vida pensando que la felicidad solo se encuentra los fines de semana. No es sano.
Ha sido un auténtico placer hablar contigo, me llevo la reflexión a casa y espero que a los lectores les haya parecido tan interesante como a mí.
Gracias, igualmente. La próxima, en vez de un café, tomamos una buena perdiz escabechada.
Paco, al igual que su nombre, no existe. Se trata de una entrevista ficticia inventada para que podamos reflexionar sobre la necesidad de un cambio en las empresas, en el que los humanos tienen recursos que son evaluables, potenciables y enfocables.